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Con Regularity Experience, ¡solo se necesita disfrutar!

Hubo un tiempo en el que participar en Regularidad no era nada fácil. O por lo menos, así me lo han contado los más duchos en la materia: tablas y más tablas, pirámide, cálculos constantes… Sin duda apasionante para los expertos, pero también complejo e incluso obstaculizador para la llegada de nuevas generaciones a esta modalidad del automovilismo.

Pero como tantas cosas en nuestro deporte, la tecnología ha democratizado la Regularidad, y de qué manera. Por eso, unos días después de participar como copiloto en el Andorra Winter Rally 2019, mi primer evento de regularidad, hablé con la gente de Blunik: creí que sería interesante compartir mis opiniones sobre el Regularity Experience, la nueva manera de entender la regularidad que Blunik ha estrenado en 2019. Y que te lo pone todo tan fácil, ¡que hasta puedes dedicarte a ser competitivo!

Para ser sincero, no supe que acompañaría a mi amigo Ignasi Domínguez (Ford Escort MK 2 Gr.4) en el asiento derecho hasta una semana antes del rally. Además, mi experiencia sobre el mundo de la Regularidad se limitaba a un cursillo de introducción y a algunas charlas con copilotos de larga trayectoria, amigos de nuestro medio RetroRacing.es.

Nos plantamos en la asistencia del rally y allí, aunque nuestro Escort ya tiene instalado un Blunik, Esther nos introdujo al Blunik RX, el aparto obligatorio en el Andorra Winter Rally. Con el Blunik RX cambia de forma radical la manera de gestionar las tareas del copiloto:

• En estos eventos, el Blunik RX es el único aparato a usar, es instalado por la organización y es de obligado cumplimiento incorporarlo.
• El aparato ya incorpora TODA la información del roadbook y los cambios de media, por lo que es un sistema “plug’n’play” (conectar y disfrutar).
• Cronometra todo el tramo y en todo momento.
• Al basarse en el tiempo cronometrado, no tiene en cuenta la trazada ni la corrección de metros habitual.
• No requiere transponder.

Queda claro que Blunik busca, con esta nueva manera de entender la Regularidad, potenciar la igualdad de condiciones entre equipos. Y a su vez, facilitar la participación a aquellos equipos que consideren algo compleja la Regularidad de precisión.

¿Y cómo funciona?

Tan sencillo como seguir el sistema convencional de Blunik, con los LED’s rojo (demasiado lento), verde (demasiado rápido) y azul (velocidad óptima). En este caso, como no se deben recalcular metros, la estrategia pasa casi únicamente por batallar contra el ritmo teórico y alcanzar el LED azul tanto tiempo como sea posible.

A nivel de penalizaciones, también es sencillo: si se hace bien se mantienen 0 puntos, si se pierden o ganan metros respecto al ritmo teórico, se suman puntos, hasta un máximo de 100 puntos por kilómetro. Y lógicamente, gana quien tiene menos puntos.

Desde dentro, la experiencia usando el Blunik RX fue magnífica. Aunque al tratarse de regularidad en carretera cerrada, mi tarea como copiloto se limitaba a repetir “Ignasi, ¡más rápido! ¡más rápido!”, mientras en el Blunik la distancia con la media teórica se alejaba cada vez más, y más… cosas de rodar sobre nieve y hielo, ¡aunque esa era la gracia!

Seis tramos cronometrados y doscientos kilómetros de enlace después, puedo afirmar que a la Regularity Experience le espera un brillante futuro por delante. El Blunik RX hace muy sencilla la parte estratégica de la Regularidad, poniendo el foco en el aspecto deportivo.

Esta modalidad se circunscribirse por el momento a los eventos en carretera cerrada al tráfico, pero con mucho margen para mejorar e innovar en los formatos, anticipa un futuro brillante para los organizadores de rallyes que opten por ella.

Texto: Sergi Blasco (RetroRacing.es) para Blunik.