Michèle Mouton
La Reina de la Velocidad que Rompió Barreras en el Automovilismo
Michèle Mouton, nacida el 23 de junio de 1951 en Grasse, Francia, es una auténtica leyenda del automovilismo. Fue la primera, y hasta ahora la única, mujer en ganar una prueba del Campeonato Mundial de Rally, un logro que consiguió en cuatro ocasiones. En una era en la que el mundo del motor estaba reservado casi exclusivamente para los hombres, Mouton rompió esquemas, desafiando estereotipos y demostrando que el talento y la determinación no entienden de géneros.
Los inicios de una pionera
Desde pequeña, Michèle mostró una pasión por los coches. A los 14 años ya conducía el Citroën 2CV de su padre por la Riviera Francesa, lo que presagiaba un futuro ligado a la velocidad. Sin embargo, su entrada en los rallies fue casi por casualidad. En 1972, acompañó al piloto Jean Taibi al Rallye de Córcega como espectadora, pero quedó tan fascinada que decidió subirse al asiento de copiloto. Al año siguiente debutó en el Rallye de Montecarlo, pero pronto su padre le aconsejó que tomara el volante, y así comenzó una de las carreras más brillantes y revolucionarias en la historia del automovilismo.
El camino a la gloria
Mouton empezó a destacar en competencias europeas entre 1974 y 1976, conduciendo un Alpine A110 y luego un A310. En 1977, consiguió su primera victoria importante en el Rally RACE de España al volante de un Porsche 911 RS, un hito que la posicionó como una promesa en el mundo de los rallies.
Su verdadero salto llegó en 1981 cuando Audi la fichó para conducir el revolucionario Audi Quattro, un coche con tracción en las cuatro ruedas que era conocido por ser casi indomable. Fue una decisión criticada, ya que muchos pensaban que contratar a una mujer para manejar semejante máquina era más una maniobra publicitaria que una apuesta por el talento. Pero Mouton calló todas las bocas cuando ganó el Rallye de San Remo, convirtiéndose en la primera mujer en lograr una victoria en una prueba del Campeonato Mundial de Rally. Desde ese momento, su apodo “La Reina de la Velocidad” comenzó a resonar con fuerza.
Temporada legendaria y luchas personales
En 1982, junto a su copiloto Fabrizia Pons, Mouton llevó su conducción al límite. Ganó tres rallies más: Portugal, Acrópolis y Brasil. Estaba en plena forma, luchando codo a codo con los mejores pilotos del mundo, y era la gran favorita para llevarse el Campeonato del Mundo. Sin embargo, un accidente en el Rally de Costa de Marfil le costó el título, y más dolorosamente, en plena competición, recibió la trágica noticia de la muerte de su padre, su mayor apoyo y mentor. Aunque no ganó el campeonato, terminó subcampeona, logrando la mejor posición de una mujer en la historia del rally.
Más allá de los rallies
Aunque su carrera en el Campeonato Mundial de Rally no alcanzó el título mundial, Mouton siguió cosechando éxitos. En 1985, compitió en la mítica carrera de Pikes Peak en Estados Unidos, donde se convirtió en la primera mujer y la primera no estadounidense en ganar, rompiendo además el récord de velocidad. Con un Audi Quattro Sport, superó las difíciles condiciones y demostró que su talento no tenía límites.
En 1986, Mouton ganó el Campeonato de Alemania de Rally con un Peugeot 205 T16, pero tras la prohibición de los automóviles del Grupo B, decidió poner fin a su carrera deportiva a nivel profesional. Sin embargo, su influencia en el automovilismo no terminó allí.
Legado e inspiración
Michèle Mouton no solo dejó una huella imborrable en las pistas, sino que también se convirtió en una defensora incansable del papel de la mujer en el deporte motor. En 2009, fue nombrada presidenta de la Comisión de Mujeres y Deporte de Motor de la FIA, desde donde ha trabajado por la igualdad de oportunidades en este ámbito. Mouton siempre ha rechazado la idea de crear una categoría exclusivamente femenina en el automovilismo, defendiendo que, con el entrenamiento adecuado, hombres y mujeres pueden competir en igualdad de condiciones.
Además, cofundó la “Carrera de Campeones", un evento anual que reúne a los mejores pilotos del mundo, en memoria de su amigo Henri Toivonen. A través de estas iniciativas, sigue promoviendo la participación femenina en un deporte que tradicionalmente ha sido dominado por hombres.
La Reina de la Velocidad sigue siendo un icono
Hoy en día, Michèle Mouton sigue siendo recordada no solo por su audacia y velocidad, sino también por su carácter inquebrantable. En un mundo donde muchos decían que las mujeres no podían competir, ella demostró que no solo podían competir, sino que podían ganar, y ganar a lo grande. Su famosa frase "Prefiero un pie derecho perfecto a una cara bonita” resume su actitud hacia el automovilismo: lo que importa es el talento, no el género.
Con una carrera llena de éxitos, desafíos y barreras rotas, Michèle Mouton ha inspirado a generaciones de mujeres a seguir sus pasos y desafiar los límites, tanto en el automovilismo como en la vida. La Reina de la Velocidad continúa siendo un icono del deporte motor, una pionera que abrió el camino para todas aquellas que sueñan con conquistar las pistas a máxima velocidad.